Con esa reflexión, a modo de interrogante, el director ejecutivo de la Fundación Dinero y Conciencia, Sebastián Cantuarias, comenzó a conversar con el conductor de CNN Chile, Sebastián Aguirre, sobre el desarrollo de Banca Ética y las necesarias transformaciones sociales y económicas que Chile y América Latina necesitan para hacer frente a la desigualdad.
El primer punto expuesto sobre la mesa fue precisamente el rol que tiene el sistema financiero en modelar una sociedad más inclusiva y sustentable. Al respecto, Cantuarias afirmó, de manera tajante, que no se puede seguir invirtiendo en cualquier empresa o proyecto sin tener conciencia del impacto que puede generar en la sociedad en la que vivimos.
A modo de ejemplo, refirió que “las zonas de sacrificio existen porque han sido financiadas por el sistema financiero. Por lo tanto, la sociedad en la que vivimos está construida por ese comportamiento (…) En ese sentido, la banca ética es una banca de futuro, de mirada de largo plazo de la sociedad”.
Respecto de esa mirada, y de las transformaciones incipientes, dijo que “a nosotros nos gustaría que el cambio fuera mucho más acelerado. Si una institución financiera tiene el 99% de su cartera de inversión en una inversión no ética y el 1% con criterios de impacto, la verdad es que la transformación es muy marginal”. “Necesitamos una transformación un poco más radical”, subrayó.
Consultado por cómo observa esta situación en Chile, contestó que “el cambio todavía es lento, pero es bien real. El inversionista ya entendió que no es viable seguir como estábamos. Yo creo que las demandas sociales y el cambio climático requieren cambios más acelerados, pero estamos contentos porque el cambio lo vemos muy realista. El sistema financiero entero está cambiando. Eso para nosotros es un objetivo logrado muy grande”.
En cuanto a la situación particular de Banca Ética, contó que “nuestros inversionistas nos dicen ‘yo quiero rentabilidad, pero quiero impacto’. Hoy día, el inversionista nos exige impacto. Entiende que el equilibrio entre el impacto y la rentabilidad son el futuro. Hoy día no puede haber rentabilidad sin impacto y no hay real impacto sin rentabilidad”.
“La apuesta que nosotros tenemos es que a partir de ahora Chile sea un ejemplo mundial de desarrollo económico inclusivo y sustentable, que es como el título que nos gustaría tener: dejar de ser el país más desigual del mundo y pasar a ser el país más sustentable del mundo. Tenemos una oportunidad única”, apuntó.