Cristián Espinoza es el director ejecutivo de la fundación y conversó con nosotros sobre lo que los motivó a trabajar en este rubro y cómo es el impacto positivo que hacen en la comunidad.
¿Cómo nació la idea de formar Pather Nostrum y trabajar con personas en situación de discapacidad?
– Elegimos trabajar en esto por la necesidad. La necesidad es tan grande en las personas en situación de discapacidad de salir de sus casas y, normalmente, donde nosotros partimos, es en los lugares rurales. En esos espacios, la gente era escondida, la gente se relegaba muchas veces a sus casas y nosotros elegimos particularmente a esas personas que nadie veía para poder también sacarlas de ese lugar y llegar a un punto de incluirlas social y laboralmente.
¿Cómo es la relación con las comunidades de donde provienen los agricultores?
– El impacto que tiene Pather Nostrum en la comunidad es un impacto importante, sobre todo en la inclusión social y laboral. Las personas en situación de discapacidad hoy día necesitan ingresar al mundo laboral y, muchas veces, lo que les pasa es que no tienen oportunidades específicas para ingresar. ¿Qué es lo que hace Pather Nostrum? Abrir esas oportunidades y lograr que ellos puedan ingresar también en este mundo.
¿A cuántas personas atiende hoy Pather Nostrum?
– Hoy atendemos cerca de 400 personas en la Región Metropolitana y Valparaíso. Pero si lo extrapolamos también a las otras regiones, son cerca de 550.
Son niños desde los 0 hasta los 17 años 11 meses, en el primer ciclo. Y, luego de eso, llegan los adultos, hasta más allá de los 99 años. Y trabajan diferentes programas: desde lo más básico, con niños desde los 0 años, que se atienden en atención temprana; luego de eso, viene el centro de estimulación, el centro de equinoterapia o hipoterapia y también funciona un colegio, que es un colegio inclusivo. Y después de los 17 años, se trabaja particularmente con talleres laborales, inclusión, capacitación y funciona también el tema de trabajo protegido y trabajo competitivo. Y, luego de eso, sobre los 60 años, ya se atiende particularmente a personas con talleres específicos, comedores fraternos y hogares de ancianos que abriremos próximamente.
¿Cómo les sirvió el financiamiento gestionado por Doble Impacto?
– El financiamiento nos marca particularmente a través de Doble Impacto porque nosotros, como una institución sin fines de lucro, muchas veces las empresas o la banca normal no somos apoyados particularmente para venir y funcionar. Hoy, Doble Impacto nos ha ayudado a tener otros sueños y lograr también otros cambios radicales como institución.
¿Qué te parece el financiamiento a través de la banca ética?
– Para nosotros, la Banca Ética es una oportunidad que no se da normalmente para las fundaciones y a la que hoy también tenemos la posibilidad de acceder y también nos abre espacio de crecimiento.
En ese sentido, creo que Pather Nostrum y Doble Impacto trabajamos con el mismo sello. En definitiva, servir a las personas que lo necesitan y eso es lo que nos une.