Green Libros es una empresa cuyo propósito es promover la economía circular del libro. Los recolectan para luego volver a ponerlos a disposición de las personas. Su fundador, Juan Cristóbal Prieto, dice que hay que observar con cuidado el mito de que el chileno no lee. Asegura que cuando hacen ventas garage la gente se pelea por entrar.
¿Cómo se cuenta el origen de Green Libros? ¿Qué historia hay detrás?
– Estudié Ingeniería y después de terminar me invitaron a participar en el Hogar de Cristo, en el Fondo Esperanza, que es una institución de microfinanzas. Ahí me gustó el tema de aportar a la sociedad a través de las políticas sociales. Estudié un postgrado de Políticas Sociales, y al volver trabajé en El Observatorio Social de la Universidad Alberto Hurtado. Ahí fue que mi amigo Jaime Knavet (socio), quien venía de Estados Unidos, fue a comprar los textos escolares a su hija, advirtiendo que costaban 60 dólares. Encontró que eran muy caros y que no los reutilizaban año a año. Entonces, hicimos dos planes pilotos en dos colegios. Pusimos nuestros buzones, en diciembre de 2009, y los buzones se rebalsaron de libros. Se caían. Nos dimos cuenta de que había una necesidad de reutilizar el libro.
¿Y cómo hacen ese trabajo de volver a poner el libro en circulación? De darle otra vida útil
– Somos intermediarios entre las personas que nos donan libros y las fundaciones.
De acuerdo a la experiencia de estos últimos años, ¿qué opinas de esa afirmación de que en Chile se lee poco?
– Dicen que el 50% de los chilenos no lee nada. Y si lees un libro, aunque sea de 10 páginas, ya entrarías a ser lector. Entonces la vara no es muy alta. Y también dicen los estudios que entre varias razones una de ellas es que el libro es muy caro en Chile. Pero lo más impresionante es que las nuevas generaciones, cuando hacemos estas ventas garage, llegan por montones. Más de 3 mil personas. Hace dos años, en el día del libro, tuvimos que cerrar las cortinas y la gente nos golpeaba para poder entrar.
Eso es una metáfora potente
– Sí, casi desesperada. Estos mitos de que ahora las personas no leen, que están todo el día en el celular, en Netflix, hay que mirarlo con cuidado, porque creo que hay muchos jóvenes que quieren leer libros y les gusta el libro físico. Tocarlo, olerlo. Así que cada día vamos creciendo más y más gente quiere comprar un libro barato, de buena calidad, que cuida el medio ambiente y que ayuda a hacer bibliotecas en zonas vulnerables.
Después de lo que me cuentas, ¿cuál es el sentido de financiarte a través de Doble Impacto y la banca ética?
– Me hace mucho sentido de que la banca ética no sólo financie empresas como Green Libros, sino que también editoriales independientes. Muchos escritores están desesperados y un poco estresados porque les piden vender 2 mil libros mensuales. También hay que considerar el tema de la rentabilidad. Todas esas posibilidades de acceso al financiamiento de la cultura, la educación, el arte, en este ámbito del impacto socio ambiental económico y en la economía circular es muy bienvenida. Y en Chile la gente está muy sorprendida con lo que está haciendo Doble Impacto porque hay mitos de que no se pueden financiar este tipo de proyectos. Y si en otros países es rentable por qué en Chile no. Aquí hay muy buenos artistas, muy buenos escritores.