Joan Melé, presidente de la Fundación Dinero y Conciencia explica que las cosas siempre tienen dos caras. “Por un lado está el sufrimiento, la preocupación, el miedo; pero junto con eso el despertar de la conciencia, la fraternidad, la solidaridad”.
Pues bien, así es como precisamente responde a la conductora de “Empresas 2050” de CNN Chile, Matilde Burgos, cuando le pregunta por el contexto en que se encuentra el mundo y el rol que hoy juega la banca para apoyar a las empresas y proyectos que se han visto afectados por la crisis sanitaria.
“Lo que buscamos es rentabilidad social, que la gente sepa a quién sirve su dinero mientras ellos no lo usan (…) que más empresas se contacten en busca de financiamiento”, dice Melé.
Sobre la coyuntura, plantea que éste “era un año en que la banca tenía que haberse implicado muchísimo más que nunca en precisamente adelantarse a los acontecimientos, ver qué necesidades tenían las empresas, los proyectos. Nosotros lo hemos hecho. Desde Doble Impacto, se ha visitado a los clientes que hemos financiado y gracias a que nos anticipamos a que tuvieran problemas se han podido refinanciar situaciones, alargar plazos; en fin, estudiar. Siempre hay soluciones si uno lo que quiere es que todo el mundo esté bien”, plantea,
Pero asimismo, Melé es enfático en sostener que “si seguimos con un modelo de economía que sólo quiere maximizar los beneficios, entonces es cuando uno se distancia”.
El impulsor de Banca Ética en Chile y América Latina dice entonces que frente a los desafíos hay que estar cerca de las empresas, sobre todo porque son las que crean puestos de trabajo.
Al respecto, adelanta que eso le ha permitido crecer un 50% a Banca Ética en medio de la pandemia.
Melé atribuye esos buenos números a contar con expertos en banca y expertos en cada uno de los sectores en los que se gestiona financiamiento: en temas de cultura, educación, agricultura orgánica, energía renovable, viviendas sociales, entre otros.
“El tener esta conjunción entre experto financiero y experto del sector, permite entender las necesidades de la persona que necesita el préstamo, sus dificultades, y saber también cómo adaptarse a lo que él necesita. No es sólo que los empresarios consigan préstamos, sino préstamos adecuados”, explica.